Definitivamente sí; pero antes hay que señalar que la demencia es un término general para varias enfermedades que afectan la memoria, otras habilidades cognitivas (como funciones ejecutivas, atención, lenguaje, cognición y juicio social, velocidad psicomotora, capacidades visoperceptuales o visoespaciales) y el comportamiento, que interfieren significativamente con la capacidad de una persona para mantener sus actividades de la vida diaria.
Aunque la edad es uno de los factores de riesgo conocido más importante para la demencia, no es una parte normal del envejecimiento (OMS, 2021) donde envejecer no es sinónimo de demencia.
Sin embargo, a nivel mundial las cifras de adultos mayores se ha acelerado exponencialmente, para el 2020, la OMS mostraba que alrededor de 50 millones de personas estaban padeciendo demencia y hay casi 10 millones de casos nuevos cada año. De ahí la importancia, de conocer algunas señales de alerta, para saber cuando consultar con un especialista.
Enumeraremos 10 señales principales:
1. Cambios en la memoria:
Esta es una de las señales más comunes, donde esos cambios en la memoria empiezan a afectar la actividad cotidiana de la persona; por ejemplo, hay repetición de las mismas preguntas o asuntos, olvido de eventos, citas o del lugar en donde se ha guardado objetos personales.
2. Dificultad para realizar tareas complejas:
Nos referimos a tareas complejas cuando se comienza a observar dificultades para resolver problemas, organizar y planear actividades, tomar decisiones, disminución de la capacidad para manejar finanzas, comprender situaciones de riesgo.
3. Dificultad para realizar tareas rutinarias:
Se puede empezar a experimentar dificultad para hacer tareas básicas que antes la persona solía hacer con mucha facilidad; como preparar una comida, escoger la ropa apropiada de acuerdo al día, tiempo u ocasión, conducir el carro.
4. Fallas de orientación:
Cuando hablamos de orientación, nos referimos a la capacidad que tenemos de conocernos y reconocernos a nosotros mismos en persona, tiempo y espacio. Generalmente, se ha observado que una de las señales de alerta es la desorientación de tiempo o lugar, es decir, puede que la persona no logre recordar la fecha, el día, el mes o el año en el que estamos; o comience a experimentar dificultad para ubicar el lugar en el que se encuentra, puede llegar a perderse en lugares que siempre ha frecuentado o calles que siempre había recorrido.
5. Problemas del lenguaje:
Al ser el lenguaje una conducta de comunicación que nos permite transmitir nuestras intenciones; empezar a experimentar fallas en este, es una señal de alerta importante; las dificultades pueden comenzar a notarse cuando la persona no logra encontrar el nombre de objetos que antes le eran familiar o usar palabras equivocadas para nombrarlos, también cuando tiene dificultad para producir las palabras, sea oral o escrito, o comprender lo que le dicen.
6. Colocar cosas en lugares inapropiados:
Es posible, comenzar a notar que la persona coloca objetos fuera de lugar, donde generalmente no es apropiado colocarlo; y esto podría generar que se le extravíen las cosas frecuentemente, y no logran recordar donde lo dejaron.
7. Perdida de iniciativa:
La persona empieza a perder interés en cosas que solía disfrutar como actividades sociales, familiares, laborales, deportivas, de ocio, entre otras.
8. Perder el juicio:
Referirnos a perder el juicio, es a ese cambio que puede comenzar a experimentar la persona en la toma de decisiones adecuadas, teniendo dificultad para reconocer el peligro, es posible que regale grandes cantidades de dinero, que venda o regale objetos, que acepten servicios o productos que les ofrecen, incluso por vía telefónica, o sean víctimas de estafas.
9. Cambios de personalidad:
La persona comienza a presentar cambios en su personalidad y pérdida de habilidades sociales, lo cual puede llevar a comportamientos inapropiados, agresividad u hostilidad.
10. Cambios de humor:
Podemos observar que cambia rápidamente de estado de ánimo o comportamiento, puede verse ansioso, deprimido, temeroso.
Si crees que experimentas una o más de estas señales tú o algún familiar, no dudes en consultar con un especialista. Recuerda que nuestro compromiso desde el CENTRO DE ATENCIÓN NEUROLÓGICA INTEGRAL es permanecer, acompañarlos, brindarles información y atención oportuna.
Elaborado por:
AP. Ángela María Pareja Galvis
Mg. Neuropsicología Clínica – Psicóloga
Centro de Atención Neurológica Integral-CANI-