El dolor es compañero inseparable de los seres humanos. Todos enfrentamos en diversos momentos y maneras la realidad de la pérdida de un ser querido, lo cual nos vincula con la experiencia de vivir un duelo.
El duelo es un sentimiento subjetivo que aparece tras una perdida. Es un proceso promedio del cual entendemos, asumimos, asimilamos, maduramos, superamos y nos adoptamos a la existencia sin esa persona. Cuando nos enfrentamos a la pérdida, lo hacemos con emociones diversas, con incertidumbres y frustraciones. Entender el proceso que se va a vivir, identificar sus etapas y reconocer los cambios que se vivirán a raíz de dicha pérdida puede facilitar el proceso.
Enfrentando una nueva realidad:
La pandemia del COVID-19 nos obliga a enfrentar una nueva realidad, que modifica nuestra relación con la vida y con la muerte.
El aislamiento y el distanciamiento social impuestos nos han llevado a vivir procesos de duelo más complejos debido a que no podemos acompañar a los enfermos, asistir al funeral, ni realizar actos públicos. La situación actual altera la forma en la que acostumbramos a despedirnos de nuestros seres queridos. En general todas las muertes son dolorosas, pero cuando se da de forma repentina y sin la posibilidad de despedida, se puede convertir en una crisis más difícil de afrontar.
Comenzando el proceso:
Cuando el pronóstico de la persona sea desalentador, se recomienda empezar a tomar conciencia de la realidad y comenzar con un proceso simbólico de despedida como:
- Acciones concretas como cartas que ese alguien pueda leer.
- Iniciar un trabajo interno que conecte ambos corazones desde la distancia.
- Generar sentimientos de paz y comenzar a cerrar asuntos pendientes.
El duelo es un proceso de adaptación emocional a una perdida significativa en la vida de una persona, lo asociamos generalmente a perder un ser querido, pero la pérdida de un empleo, de una relación de pareja y otras situaciones en la vida que suponen que la persona tenga que adaptarse a ese cambio y hacer un proceso a nivel emocional, cognitivo y conductual para poder salir de ahí, cerrar esa etapa y continuar con su vida, también hacen parte de lo que se puede considerar una pérdida.
En este orden de ideas podemos decir que:
- El duelo no es patológico por sí mismo, es un proceso natural y es necesario para que la persona vaya pasando por esas emociones que son indispensables atravesar para poder continuar con su vida.
- No hay un tiempo definido para superar el duelo cada persona tiene su ritmo y su tiempo (4 a 6 meses aproximadamente). Sin embargo, en ocasiones se presentan duelos complicados o patológicos.
- El cuerpo vive de forma intensa las emociones o evita sentirlas como mecanismo de defensa.
- Es un camino lleno de altibajos.
- Seguramente las otras personas también están experimentando emociones similares, por ello escúchalas y evita descargar en ellos lo que no puedes.
Etapas del duelo
- Negación: En esta etapa no podemos asumir la perdida, hay una desconexión con la realidad.
- Enojo: En esta etapa somos más conscientes de lo que ha pasado, pero sentimos enfado, ira, tenemos pensamientos recurrentes como ¿Por qué me pasa esto a mí? (es injusto, no me lo merezco) se presentan emociones muy intensas que invaden a la persona.
- Negociación: En esta etapa nos seguimos resistiéndonos un poco a la idea de la perdida, es como si quisiéramos negociar, nos aferramos a la posibilidad de que esto pudiera revocarse, estamos como lidiando con, acepto que esto es real y es para siempre o me sigo resistiendo.
- Dolor: En esta etapa sentimos como tal el duelo, es un dolor emocional, sentimiento de tristeza, la persona se desconecta totalmente del mundo y le cuesta mucho realizar hasta sus actividades cotidianas.
- Aceptación: En esta etapa la persona debe aceptar que lo que ha pasado no tiene vuelta atrás, es inevitable y debe continuar con su vida, esto no significa que olvidemos al ser querido o que no sintamos más dolor por su perdida, pero hay una reincorporación progresiva a las actividades de la vida diaria y hay pequeños momentos de alegría, la persona es capaz de ir saliendo de ese dolor emocional tan intenso y en esta etapa se cerraría el duelo.
Terapias para vivir el duelo
En primera instancia:
HABLAR: Contar a un amigo cercano o familiar lo que nos sucede permite ordenar ideas, comprender y reconocer nuestras emociones. Si es necesario buscar ayuda profesional para cuidar la Salud Mental (la tele asistencia puede ser una opción).
SENTIR: Es importante tener espacios para sentir el dolor y llorar.
APOYO: Necesitamos apoyo social y hay que evitar aislarse de familia y amigos.
Segunda etapa:
Si no es posible realizar un funeral, es necesario llevar a cabo rituales que ayuden a hacer un cierre con nuestro ser querido.
- Escribir una carta
- Encenderle una vela
- Dedicarle frases y poemas
- Sembrar una planta en su honor
- Orar
Tercera etapa:
Cuando pase la crisis sanitaria es adecuado realizar actos o ceremonias especiales de acuerdo con las costumbres para despedir al fallecido. Para quienes acompañan es necesario “estar desde el SER y escuchar desde el AMOR” Aceptar y respetar el ritmo del otro.
Conclusión:
El proceso de duelo debe vivirse dignamente, lo que implica enfrentar el dolor y el sufrimiento, permitiéndonos asimilar cada una de nuestras emociones que van apareciendo durante el proceso. De la sana elaboración de un duelo depende nuestra calidad de relación futura con nosotros, con los demás y con la vida.
MATERIAL DE APOYO
*El duelo y sus etapas. Duelo normal y duelo patológico. Tomado de : https://www.youtube.com/watch?v=xJedAQzelYI
*Como afrontar un duelo durante el confinamiento. Tomado de: https://www.elle.com/es/living/psico/a32040794/como-afrontar-duelo-confinamiento/