La higiene del paciente es un cuidado básico que tiene como objetivo proporcionar bienestar y comodidad, a la vez que constituye una importante medida de prevención contra las enfermedades. Para cada paciente, será necesario determinar, en el marco de su planificación individual, el o los tipos de higiene que conviene utilizar, teniendo en cuenta sus necesidades y, en todo lo posible, sus preferencias. En particular, habrá que determinar con qué frecuencia se hará un aseo completo y con qué frecuencia se optará por un aseo parcial; también habrá que tratar de garantizar el respeto de la preferencia que manifieste la persona en relación con el sexo del personal de apoyo por el que desea ser atendida.
¿Cómo realizar la higiene personal?
Antes de comenzar nos aseguraremos de garantizar la intimidad del paciente, intentando que se sienta respetado, y también su seguridad, no debemos dejarlo solo en el cuarto de baño, evitando el uso de cerrojos y que camine mojado.
Durante la realización del aseo aprovecharemos para fomentar su autonomía, animando al paciente a que lo haga por sí mismo y pidiendo en todo momento su colaboración. Respetaremos sus gustos y preferencias siempre que sea posible.
Una vez reunido el material necesario para efectuar el aseo, ejecutado el lavado de manos y puesto los guantes desechables, procederemos a hacer el baño.
Se comenzará siempre por las partes más limpias dirigiéndonos hacia las partes más sucias:
- Ojos: Coja una toalla mojada por una esquina y limpie suavemente desde el ángulo interno hacia el ángulo externo del ojo. Es un buen momento para comprobar el estado de las conjuntivas (parte blanca del ojo), ya que un enrojecimiento podría ser un signo de infección.
- Oídos: Moje otra esquina y continúe por los oídos. Basta con limpiar bien el pabellón auricular. La oreja y el oído externo deben lavarse diariamente con agua y jabón, evitando que entre agua dentro del oído. Los bastoncillos de algodón deben utilizarse solo para limpiar los pliegues y la zona externa, pero no para la limpieza del oído, ya que pueden contribuir a la formación de tapones al empujar la cera hacia Huya de los sprays que anuncian en televisión.
- Resto de la cara y cuello: Pasaremos una toalla mojada por el resto de cara y por el cuello.
- El cabello: se lavará cada dos días, usando champú suave. Para ello colocaremos bajo los hombros y cabeza una bolsa grande de plástico. Emplearemos tapones de algodón para evitar que entre agua en los oídos. Desenredar el pelo y peinar, secar con secador, en caso de pelo largo,
- Brazos, axilas y manos: Para limpiar manos y uñas, las sumergiremos en una Las uñas deben cortarse en redondo, se recomienda un corte semanal. A continuación, mojaremos la esponja y limpiaremos, enjuagaremos y secaremos brazos y axilas. Es necesario prestar especial cuidado al secado de las axilas y aplicar desodorantes no alcohólicos.
- Tórax y Abdomen: secar bien los pliegues mamarios, ya que la humedad favorece la aparición de hongos e irritaciones.
- Piernas y pies: lavamos, enjuagamos y secamos las piernas, prestando especial cuidado en secar bien los espacios entre los dedos. Es conveniente observar el estado de la piel de los talones y otras prominencias óseas.
- Las uñas: deben cortarse en línea recta en la parte superior y no demasiado Si son muy gruesas, deberá cortarlas el podólogo. Si la piel está reseca, aplicaremos crema hidratante. La uña encarnada se produce cuando el borde de la uña (generalmente de los dedos de los pies) se introduce dentro de la piel del dedo. La piel alrededor de la uña puede enrojecer e infectarse. Suele ocurrir con más frecuencia en el dedo gordo del pie y sus síntomas son: dolor, si existiese sensibilidad, enrojecimiento e inflamación alrededor de la uña del pie. Los pies deben mantenerse secos y limpios y nunca utilizar un calzado que presione la uña del pie.
- Genitales: son una parte del cuerpo que requiere especial atención. Tanto la vulva como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para
Estrategias sugeridas:
- La higiene diaria hay que convertirla en una rutina, es una actividad ineludible y no
- Tener a mano todo lo que se necesite (peine, palangana, toallas, jabón, tijeras, crema ..) para realizar la higiene.
- El aclarado del jabón y champú se hará de forma
- Procurar que el aseo se haga en un ambiente íntimo y respetuoso. Para ello, conviene cerrar la puerta del baño y/o de la habitación y avisar a otros miembros del personal de que se está ayudando a la persona en el baño para evitar interrupciones.
- En los casos en los que el aseo deba hacerse en cama, y si la habitación no es individual, evitar que el otro ocupante de la habitación esté presente y, si no fuera posible, usar elementos de separación: cortinas, biombos u otros elementos que sirvan para la misma función.
- Tratar discretamente las cuestiones relativas al aseo, evitando comentar delante de otras personas los aspectos personales e íntimos y, como regla general, evitar entre las y los propios profesionales, comentarios innecesarios sobre cuestiones de esa índole.
- Es importante buscar el momento apropiado para poderle dedicar el tiempo necesario y no realizarlo con prisa.
- El aseo es el momento apropiado para observar el estado de la piel, observar el estado de los pies, cortar y limar las uñas y poner crema o loción hidratante mediante masajes que favorezcan la circulación sanguínea.
- Garantizar la frecuencia diaria del aseo, aunque es posible que, en función de las necesidades, resulte necesario asear determinadas partes del cuerpo con mayor frecuencia.
- Antes del aseo y durante el mismo, ir explicando a la persona a la que presta apoyo lo que se va a hacer para que esté avisada y los gestos del profesional de apoyo no le cojan por sorpresa.
Recomendaciones sugeridas:
- Fomentar la autonomía del paciente es muy
- La piel debe secarse con suavidad, mediante pequeños golpecitos, sin frotar y poniendo especial atención en pliegues cutáneos y espacios entre los
- Si la cama no está bien hecha, provocaremos un malestar pudiendo ser la
causa de llagas e irritaciones en la piel.
- La forma más efectiva para prevenir la trasmisión de la infección es el lavado de
- La ropa deberá ser amplia y de algodón, evitando las que llevan forro para que no se formen arrugas y sea más fácil de quitar y
- El calzado será un número o dos mayores del que se usa habitualmente, ya que el pie tiende a dilatarse y puede producir presión en zonas que pasarían inadvertidas al no tener
- Los cuidados serán adaptados a cada
Artículo realizado por:
(Adaptado por Cindy Sierra – Auxiliar de Enfermería CANI)