“Se centra en el estudio y análisis de los métodos, técnicas, herramientas y actividades específicas de evaluación, tratamiento y reeducación o adaptación de la persona con disfunción física, teniendo en cuenta la forma de vida individual y el contexto humano y no humano que le rodea.”
El impacto ocupacional de la disfunción física hace referencia a la incapacidad que se origina al tener una enfermedad de origen físico, muchas veces adquirida durante el ciclo de vida el cual influye y afecta la participación ocupacional frente al contexto o entorno en que se desenvuelve la persona que posee esta condición. Una persona con disfunción física puede presentar dificultades en la ejecución de las ocupaciones de la vida diaria. La presencia de una disfunción física genera un cambio en la vida de la persona y la obliga a vivir de manera diferente su proyecto vital. Es por esto que la Terapia Ocupacional es sumamente importante durante el proceso de rehabilitación del individuo. El terapeuta ocupacional promueve la participación en las actividades significativas para la persona mediante un análisis para crear, promover, establecer, restaurar, mantener o modificar una actividad o ejecución sencilla de una tarea para fomentar un funcionamiento óptimo en las acciones que realiza en el día a día.
Es de suma importancia destacar de este artículo que el proceso de rehabilitación en el área de salud física debería englobar no sólo los aspectos físicos, sino también considerar los aspectos psicológicos y socioculturales de la persona, como también los aspectos ocupacionales. Por lo tanto la adaptación a esta condición o a su nueva realidad requiere el ajuste de sus habilidades, la transformación de sus hábitos y del hacer que tiene esta persona; donde el elemento que puede permitir estos cambios es claramente el uso terapéutico de la ocupación.
Es por eso que la ocupación es el elemento principal de la intervención desde la terapia ocupacional bajo la creación de objetivos terapéuticos basados principalmente en capacitar al usuario o persona para alcanzar ese equilibrio en cuanto a sus ocupaciones y así dirigir la intervención tanto a la persona como a los entornos es decir a los diferentes ambientes donde se desenvuelve el individuo entre esos el entorno laboral, social, familiar y comunitario. A medida que la persona va creando conciencia de su desempeño se va favoreciendo poco a poco la motivación y los intereses que ha perdido instaurando rutinas ocupacionales adaptadas y significativas que van apoyando a su participación en roles activos y relevantes por medio de valoraciones sobre las capacidades y las limitaciones que presenta la persona.
El articulo hace referencia al uso de la ocupación en los modelos de atención en salud física donde autores como Pizzi & Richarrds (2017) consideran que “los modelos de atención en salud física deben velar por obtener el óptimo funcionamiento fisiológico del organismo, componente que se relaciona directamente sobre el cuerpo y la capacidad material del hacer, junto con apuntar a obtener el nivel más alto de salud”; por otro lado Nelson & Jepson-Thomas (2003) “señalan que en esta época la ocupación es entendida como una relación de tres variables: la forma, la función y significado. La forma ocupacional es la manera y el modo en que el ambiente estructura el cómo se debe realizar una ocupación. Estas formas son creadas, designadas, estructuradas, diseñadas en la interacción de los seres humanos y el ambiente. El ambiente enseña, modificando o no, la realización de una forma ocupacional. El significado para el ser humano lo entrega el ambiente por medio de la realización y ejecución de las formas ocupacionales”.
Entendiendo que la ocupación dentro de la terapia ocupacional puede ser utilizada como vía para conseguir un fin fuera de la propia actividad (ocupación como medio) y como método para hacer que el usuario se involucre en actividades que le permitan mejorar su participación en sus ocupaciones diarias y significativas
El terapeuta ocupacional posee habilidades y conocimientos para trabajar con la persona que se encuentra con una disfunción física con afectación de una estructura corporal, funcional o discapacidad cognitiva y capacitada para fortalecer la capacidad física y el tono muscular de los pacientes, aumentar la autonomía, la individualidad, la autoestima y la confianza de las personas con discapacidad física e intelectual, potenciar la capacidad de cada individuo y enseñar a compensar funciones perdidas por medio de aditamentos o ayudas técnicas que favorezcan el desempeño dentro de sus áreas ocupacionales como son las actividades básicas de la vida diaria, las actividades instrumentales de la vida diaria, el trabajo, la educación, el juego, la participación social, entre otras; así mismo desenvolverse en los contextos o entornos culturales, personales, físicos y sociales, teniendo en cuenta los abordajes como la prevención, recuperación, sustitución y compensación y/o adaptación ya que las actividades se caracterizan por aumentar el rango de movimientos activos, es decir, que se mueva la articulación hasta su límite y aumentar gradualmente, aumentar el rango de movimientos pasivos, proporcionando estiramientos o tracción controlada durante un tiempo determinado, aumentando la coordinación y la destreza a través de la repetición. Es necesario que como terapeutas ocupacionales seamos conscientes de la relevancia que tiene el uso de la ocupación como elemento central para el abordaje de personas con disfunción física. Por lo cual es importante el manejo de conceptos que sean utilizados en la práctica, y así emplearlos en el proceso de intervención, procurando considerar a la persona como un ser integral y por sobre todo, un ser ocupacional el cual es capaz de participar en diversos contextos y situaciones.
BIBLIOGRAFIA
https://revistaterapiaocupacional.uchile.cl/index.php/RTO/article/view/55810/59584